Asociación Juvenil

EDIFICACIONES 

Iglesia de Navas del Madroño



Introducción

La parroquia de Nuestra Señora de la O se encuentra en la calle Francisco Pizarro, del municipio de Navas del Madroño, perteneciente a la provincia de Cáceres. Aunque la fecha en la que está datada su construcción es de 1737-1740 por Alonso González y Teodosio Magallanes, previamente a esta surgió un templo parroquial anterior, datado en el siglo XVII (según los documentos de arte de María Victoria Teomiro Rubio, Norba), pero que por un posible retraso de etapa cultural y arquitectónica se decidiera recalificar y reconstruir desde los cimientos.

  La nueva construcción y por ello la actual Iglesia parroquial Nuestra Señora de la “O”, fue construida, o más bien reconstruido, en 1737-1740 por Alonso González y Teodosio Magallanes, (y acabado en 1763 por Diego Gutiérrez Morán) en estilo tardorrenacentista, según planos de Pedro de Ibarra (discípulo deJuan de Herrera, autor del monasterio de San Lorenzo del Escorial). En 1738 Francisco Ruiz, profesor de arquitectura y maestro de obras, reconoció las trazas y posturas de la nueva iglesia. En 1785 y 1786 dictaminó y reconoció la conclusión de sus obras el maestro de arquitectura Guillermo Casanova. El maestro de arquitectura Gabriel Fernández hizo reparos en 1784, 1786 y 1787.
En el aspecto artístico, el edificio que sobresale como más importante es la Iglesia. El Templo Parroquial de Nuestra Señora de la O consta de la torre con campanario, elemento más característico, confeccionado con sillares. Es un prisma de sección cuadrada, con 5 metros de lado, y alcanza, incluyendo la espadaña de remate, la altura de 23,5 metros.
La planta del edificio es cruciforme, con una longitud de 42,70 ms. y una anchura de 14 ms. en la nave (llegando a los 18 en el crucero). Lleva a ambos lados contrafuertes; por el lado de la Epístola lleva anexas tres construcciones (trastero, sacristía y bautisterio) y en las esquinas de los pies actúan como refuerzo el cuerpo de la torre y un contrafuerte especial de construcción posterior.
Presenta una sola pero majestuosa nave; su ábside es semicircular,  coro elevado (sobre la entrada principal) descansando sobre una arco carpanel de atrevido trazado.







Proceso de construcción

El dilatado proceso de construcción comienza en 1737 cuando se propone la construcción con unas nuevas trazas. En 1738 Francisco Ruiz, profesor de arquitectura y maestro de obras, procede al reconocimiento de trazas y posturas para la nueva iglesia de Navas del Madroño. La obra será llevada a cabo por dos importantes maestros de obras de la región, Theodosio de Magallanes y Alonso González (natural éste de Valencia de Alcántara). Ambos tuvieron una intensa actividad artística durante el siglo XVIII en los territorios que estaban en esta época bajo el dominio de la Orden de Alcántara. Theodosio de Magallanes fue maestro de arquitectura de nacionalidad portuguesa, natural de Ponte de Llimia. Intervino en varias edificaciones religiosas de los municipios de la Orden de Alcántara. Anteriormente a la reedificación de la iglesia trabajó en la Iglesia Parroquial de Carbajo para reparar el estado de ruina en el que se encontraba. Más tarde, en la mitad del siglo XVIII, el informe que realiza para la intervención en el Convento de San Pedro de Brozas, nos demostrará sus conocimientos arquitectónicos. En él se incluye la elaboración de unas trazas que siguen la estética barroca.
Posteriormente y después de más de veinte años desde la conclusión de las obras por parte de Diego Gutiérrez Morán, maestro de arquitectura que llevó a cabo una serie de reparos en la fábrica parroquial, dictaminó y reconoció la conclusión definitiva de las obras el maestro de arquitectura Guillermo Casanova en 1785. En esta misma fecha, Gabriel Fernández, se encargará de diversos reparos.
Curiosa la anécdota y forma de financiación y construcción de este templo parroquial el cual a diferencia de otras localidades colindantes fue financiada de forma popular. Los vecinos del pueblo contribuyeron con sus bienes para el pago de materiales y la mano de obra. Se cree que al pertenecer todavía como municipio ligado al término de Brozas, este ya tenía su propio centro religioso y no fuese necesario la creación de otro.

Exterior de la iglesia




El edificio ofrece una imagen armónica a pesar de que su proceso constructivo se dilató en el tiempo, durante más de medio siglo. Está construido en mampostería y sillarejo, aunque utiliza a modo de refuerzo sillería en algunas de sus partes más emblemáticas.


La portada principal, con evidente tradición postherreriana y situada en el lado occidental como era habitual, se organiza en dos cuerpos, siendo el primero de mayores dimensiones que el segundo. En el inferior se abre la puerta con arco de medio punto. A ambos lados hay dos pares de pilastras toscanas con el fuste vaciado.
Se advierte de una doble cornisa moldurada con un entablamento corrido y sin decoración que se funde con los capiteles de las pilastras que enarcan el conjunto. El cuerpo superior, a manera de edículo, se organiza en torno a una hornacina, que posiblemente albergaría la imagen de una virgen en relación a la advocación del templo. Sobre un plinto se eleva la hornacina avenerada (semicúpula en forma de concha) enmarcada por pares de pilastras, que al igual que las del cuerpo inferior presentan el fuste vacío, rematadas por un frontón quebrado. Aparece un motivo clasicista que son las pirámides con bolas y una cruz que finalmente se eleva sobre el frontón.

Las portadas laterales son muy simples, componiéndose tan solo de un vano de medio punto enmarcado por pilastras de fuste vaciado que se extienden hasta la cornisa y una moldura que hace las veces de capitel. Tienen la función única de acceso al templo, ya que no tienen otro significado.





Lo que más predomina del conjunto son los volúmenes cúbicos, acentuado por la plenitud de las paredes, a excepción de los contrafuertes que se disponen a los  lados. La bóveda semiesférica del presbiterio no trasdosa al exterior, sino que queda incluida dentro de un prisma cubierto por tejado piramidal. El único elemento que aporta esbeltez es la torre con una altura de más de veinte metros. No presenta división de varios cuerpos, una campana se dispone en la parte más alta y otra en lo que consideramos un añadido posterior. Es bastante singular el hecho de que en uno de los lienzos presenta un matacán apoyado en ménsulas, algo que no es habitual en un edificio religioso.



Interior de la iglesia

El interior de la iglesia presenta una única nave, incluido el presbiterio separados por arcos de medio punto.



La tendencia general durante el barroco era cubrir la nave central mediante bóvedas de medio cañón con lunetos, reforzados con arcos fajones que marcan tres tramos en los que se distribuye la iglesia. El presbiterio está cubierto por una bóveda semiesférica. Los arcos fajones presentan anchas dovelas de sillería formadas por una sola pieza. Descansan en pilastras de orden toscano con el fuste recto y liso, elevadas sobre basamento escalonado.



La iluminación interior se obtiene por varios vanos dispuestos regularmente. No hay interés por buscar efectos lumínicos como en otras iglesias de la época barroca.
El coro elevado cubierto con bóveda de medio cañón con lunetos descansa sobre un amplio arco carpanel. Bajo el mismo, y sobre el muro de la Epístola, se abre una puerta adintelada que permite el acceso a la torre. Ésta de sección cuadrangular presenta un aspecto macizo. Se accede mediante una escalera de caracol que también da entrada al coro.

En esta misma zona se abre otra portada adintelada de aspecto muy sencillo que permite el acceso al baptisterio, estancia rectangular que se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos. Es un espacio de reducidas proporciones.
Adosada al lienzo meridional de la capilla mayor aparece la sacristía. Se accede desde el presbiterio mediante una puerta de medio punto, cubriendo el espacio una bóveda de medio cañón con lunetos. Seguidamente se sitúa una estancia rectangular levantada a finales del siglo XX que se utiliza como almacén y que se accede a ella desde el exterior.
Cabe decir que se conservan tres retablos del siglo XVIII: el retablo mayor está fechado en 1753, mediante una inscripción «Hizo esta obra siendo», «cura de esta iglesia D. Juan Vacas» y «Pedro Díaz Bravo año 1763».. Su ábside es semicircular y tiene una bóveda de cascarón. Fue realizado por Juan Grande de Vegas, natal de Garrovillas de Alconétar. Incrustado en el altar mayor se encuentra el camarín de la Virgen. Es algo poco común en la imaginería religiosa, ya que posee la originalidad de presentar al niño en el vientre de su madre, el cual se puede observar a través de  un  cristal ovalado.







La Iglesia Parroquial de Navas del Madroño se distancia del tipo de arquitectura que se realiza en las mismas fechas en otros puntos de la provincia de Cáceres.

Bibliografía



Ø  El retablo de Animas Benditas en la iglesia parroquial de Navas del Madroño (Cáceres). José María Martínez Díaz. Norba – Arte, ISSN 0213-2214, Nº 17, 1997, págs.317-320

Ø  Aportación documental: la Iglesia de Nuestra Señora de la O de Navas del Madroño (Cáceres). María Victoria Teomiro Rubio. Norba – Arte, ISSN 0213- 2214, Nº 30, 2010, págs.105-107



Ø  PIZARRO GÓMEZ, F.J., Monumentos Artísticos de Extremadura. Mérida, Editorial Regional de Extremadura, 1986


Ø  Patrimonio de la Escultura Barroca en Extremadura







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